También los hijos sorprenden a los padres..

Catalina Malowany, mi pequeña de mis tres hermosas mujeres e hijas, que comparten la vida de sus padres, con todo lo lindo que es apreciar las pequeñas cosas y disfrutar me leyó este poema el otro día. Le pedí que me lo enviará ya que me había gustado y escuchándolo de su voz también emociono. Ha puesto su corazón en leer este hermoso poema.



Papito..., ¿cuánto me amas?



El día que mi Hija nació, en verdad no sentí gran

alegría por que la decepción que sentía parecía ser

más grande que el gran acontecimiento que representa

tener una hija: ¡Yo quería un varón!



A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis

dos mujeres, una lucía pálida y agotada y la otra

radiante y dormilona.



En pocos meses me dejé cautivar por la sonrisita de

mi Carmencita y por la infinita inocencia de su mirada

fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla

con locura. Su carita, su sonrisita y su mirada no se

apartaban ni por un instante de mis pensamientos, todo

se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña,

hacía planes sobre planes, todo sería para mi Carmencita.



Este relato era contado a menudo por Randolf, el

padre de Carmencita y Yo también sentía gran afecto

por la niña que era la razón más grande para vivir de

Randolf, según decía el mismo.



Una tarde estaba mi familia y la de Randolf haciendo un picnic a la orilla de un río cerca de casa y la niña entabló una conversación con su papá, todos escuchábamos:

- Papi,... cuando cumpla quince años, ¿cuál será mi regalo?

- Pero mi amor, si apenas tienes diez añitos, ¿no te

parece que falta mucho para esa fecha?

- Bueno papito,... tu siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí.

La conversación se extendía y todos participamos de

ella. Al caer el sol regresamos a nuestras casas.



Una mañana me encontré con Randolf enfrente del colegio donde estudiaba Carmencita quien ya tenía

catorce años. Randolf se veía muy contento y la

sonrisa no se apartaba de su rostro. Con gran orgullo

me mostraba las calificaciones de Carmencita, eran

notas impresionantes, ninguna bajaba de diez puntos y

los estímulos que les habían escrito sus profesores

eran realmente conmovedores. Felicité al dichoso papá.

Carmencita ocupaba toda la alegría de la casa, en la

mente y en el corazón de la familia, especialmente en

el de su papá.



Fue un domingo muy temprano cuando nos dirigíamos a

misa, cuando Carmencita tropezó con algo, eso creíamos

todos y dio un traspié. Su papá la agarró de inmediato

para que no cayera... Ya instalados en la iglesia,

vimos como Carmencita fue cayendo lentamente sobre el

banco y casi perdió el conocimiento.

La tomamos en brazos, mientras su papá buscaba un

taxi hacia el hospital.

Allí permaneció por diez días y fue entonces cuando

le informaron que su hija padecía una grave enfermedad

que afectaba seriamente su corazón, pero no era algo

definitivo, qué debía practicarle otras pruebas para

llegar a un diagnóstico firme.

Los días iban pasando, Randolf renunció a su trabajo

para dedicarse al cuidado de Carmencita, su madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues sus ingresos eran superiores a los de él.



Una mañana Randolf se encontraba al lado de su hija,

cuando ella le preguntó:

- Voy a morir, ¿no es cierto? ¿Te lo dijeron los

doctores?

- No mi amor... no vas a morir, Dios que es tan

grande, no permitiría que pierda lo que más he amado

sobre este mundo, respondió el padre.

- ¿Van a algún lugar?

- ¿Pueden ver desde lo alto a su familia?

- ¿Sabes si pueden volver? preguntaba su Hija.

- Bueno hija,... en verdad nadie ha regresado de

allá a contar algo sobre eso, pero si yo muriera, no

te dejaría sola, estando en el más allá buscaría la

manera de comunicarme contigo, en última instancia

utilizaría el viento para venir a verte.

- ¿Al viento? ¿Y cómo lo harías?

- No tengo la menor idea hijita, solo sé que si

algún día muero, sentirás que estoy contigo, cuando un

suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus

mejillas.

Ese mismo día por la tarde, llamaron a Randolf, el

asunto era grave, su hija estaba muriendo. Necesitaban

un corazón, pues el de ella no resistiría sino unos

quince o veinte días más: ¡UN CORAZÓN!

- ¿Dónde hallar un corazón?

- ¡Un corazón!

- ¿Dónde... Dios mío?



Ese mismo mes, Carmencita cumpliría sus quince años.

Y fue el viernes por la tarde cuando consiguieron un

donante, una esperanza iluminó los ojos de todos, las

cosas iban a cambiar.

El domingo por la tarde ya Carmencita estaba operada, todo salió como los médicos lo habían

planeado. ¡Éxito total! Sin embargo, Randolf todavía

no había vuelto por el hospital y Carmencita lo

extrañaba muchísimo. Su mamá le decía que ya todo

estaba muy bien y que su papito sería el que

trabajaría para sostener la familia.

Carmencita permaneció en el hospital por quince días

más, los médicos no habían querido dejarla ir hasta

que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo

hicieron.



Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá

y su mamá con los ojos llenos de lágrimas le entregó

una carta de su padre:

"Carmencita, hijita de mi corazón: Al momento de leer mi carta, ya debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu pecho. Esa fue la promesa que me hicieron los médicos que te operaron. No puedes imaginarte ni remotamente cuánto lamento no estar a tu lado en este instante.

Cuando supe que ibas a morir, decidí dar respuesta a una pregunta que me hiciste cuando tenías diez añitos y a la cual no respondí. Decidí hacerte el regalo más hermoso que nadie jamás haría por mi hija... Te regalo mi vida entera sin condición alguna, para que hagas con ella lo que quieras.

- ¡¡Vive hija!! ¡¡Te amo con todo mi corazón!! "

Carmencita lloró todo el día y toda la noche. Al día

siguiente fue al cementerio y se sentó sobre la tumba

de su papá. Lloró como nadie lo ha hecho y susurró:

- "Papi... ahora puedo comprender cuanto me amabas.

Yo también te amaba y aunque nunca te lo dije, ahora

comprendo la importancia de decir "Te Amo" y te

pediría perdón por haber guardado silencio tantas

veces".

En ese instante las copas de los árboles se mecieron

suavemente, cayeron algunas hojas y florecillas, y una

suave brisa rozó las mejillas de Carmencita, alzó la

mirada al cielo, intentó secar las lagrimas de su

rostro, se levantó y emprendió el regreso a su hogar.



Si éste mensaje tocó tu corazón, invita a todos tus amigos y amigas como señal de tu amistad; en éstos momentos aunque yo estoy llorando, decidí compartir esto contigo y decirte:

Por favor, nunca dejes de decir “TE AMO”.

No sabes si será ésta la última vez …

Cada día a cada instante.

Expresa tu amor.

Gracias amigos del Blog, de Facebook, de todas partes por su SERENDIPIA

El escribir estos pensamientos esta siendo muy interesante para mí; como he escrito antes, si no acaban en la hoguera de las vanidades y superan el paso del tiempo, las notas son también una fuente valiosísima de información histórica. A que viene esto, estoy leyendo muchos pensamiento de facebook de amigos sobre la naturaleza humana y las disfruto mucho. Sin lugar a dudas es un descubrimiento del tipo que yo llamo serendipia, una palabra muy expresiva que voy a intentar explicarte por si no tienes ni idea o lo hago por que mis clases cada vez que la pronuncio no la conocen ninguno, ya que no tengo nada mejor que hacer: Hace unos años leí “Los tres príncipes de Seréndip”: donde unos principes muy sabios que vivian en Ceylan realizaban  continuos descubrimientos en sus viajes, descubrimientos por accidente y sagacidad de cosas que en principio no buscaban: por ejemplo, uno de ellos descubría que una mula ciega del ojo derecho recorría últimamente el mismo camino porque la hierba estaba más raída por el lado izquierdo. Es como el razonamiento de Sherlok Holmes. Tu “por casualidad”, has escrito en tu perfil cosas que se encuentran sin buscarlas, pero que no se habrían llegado a realizar de no ser por una visión sagaz, atenta a lo inesperado y nada indulgente con lo aparentemente inexplicable. Por eso queridos amigos aún quedan truenos y centellas en mi mente gracias a esta serendipia que han provocado en mis pensamientos. Estoy muy agradecido de verdad. Sigan así, escriban lo que les de la gana, no se censuren y den lo que sus mentes brillantes puedan aportar a este humilde aprendiz de la vida.



Serendipias en ciencia y tecnología


Si bien existen varias teorías acerca del origen del dulce de leche, la más popular y ampliamente difundida es que fue producto del olvido de una criada, al dejar en el fuego la leche con azúcar (preparación conocida en esa época como "lechada").

Según Umberto Eco, el mismo Descubrimiento de América (la "genialidad" de Colón) sería una serendipia.

A mediados del siglo XIX, se intentó buscar un material para sustituir el marfil de las bolas de billar. En 1870, John Wesley Hyatt, un inventor de Nueva Jersey, estaba prensando una mezcla de serrín y papel con cola, porque creía que así conseguiría el nuevo material. Pero se cortó un dedo, y fue a su botiquín. Sin querer, volcó un frasco de colodión (nitrato de celulosa disuelto en éter y alcohol). Esto provocó que quedara en su estantería una capa de nitrocelulosa. Al verla, Hyatt se dio cuenta de que este compuesto uniría mejor su mezcla de serrín y papel, en lugar de la cola. De este modo se inventó el celuloide.

En 1922, Alexander Fleming estaba analizando un cultivo de bacterias, cuando se le contaminó una placa de bacterias con un hongo. Más tarde descubriría que alrededor de ese hongo no crecían las bacterias e imaginó que ahí había algo que las mataba. Aunque él no fue capaz de aislarla, ese episodio dio inicio al descubrimiento de la Penicilina.

Friedrich Kekulé, químico, llevaba mucho tiempo intentando encontrar la huidiza estructura de la molécula de benceno. Simplemente, no se conocía una estructura de seis carbonos que tuviera las propiedades químicas que exhibía. Según cuenta él mismo en sus memorias, una tarde, mientras volvía a casa en autobús, se quedó dormido. Comenzó a soñar con átomos que danzaban y chocaban entre ellos. Varios átomos se unieron, formando una serpiente que hacía eses. De repente, la serpiente se mordió la cola y Kekulé despertó. A nadie se le había ocurrido hasta ese momento que pudiera tratarse de un compuesto cíclico.

Las famosísimas notas Post-it surgieron tras un olvido de un operario, que no añadió un componente de un pegamento en la fábrica de 3M. Toda la partida de pegamento se apartó y guardó, pues era demasiado valioso como para tirarlo aunque apenas tenía poder adhesivo. Uno de los ingenieros de la empresa, hombre devoto, estaba harto de meter papelitos en su libro de salmos para marcar las canciones cuando iba a la iglesia. Los papelitos no hacían más que caerse. Pensó que sería ideal tener hojas con un poco de pegamento que no fuera demasiado fuerte y que resistiera ser pegado y despegado muchas veces. La vieja partida de pegamento malogrado acudió a su mente. Habían nacido las notas Post-it.

Niels Bohr llevaba mucho tiempo trabajando en la configuración del átomo. Tuvo un sueño en el cual vió un posible modelo de dicha configuración, y al despertar, lo dibujó en un papel, sin darle mucha importancia. Poco tiempo después, volvió a ese papel y se dio cuenta de que realmente había hallado la estructura del átomo.

El Principio de Arquímedes fue descubierto al introducirse en una bañera y observar cómo su cuerpo desplazaba una masa de agua equivalente al volumen sumergido. Salió desnudo a la calle gritando la famosa palabra: ¡eureka!.

El Dr Albert Hofmann descubrió accidentalmente una de las drogas alucinógenas más poderosas, el LSD (ácido lisérgico dietilamida). Según relata en su libro "My Problem Child", en el curso de su investigación sobre los derivados del ácido lisérgico obtuvo el LSD-25, el cual se demostró como poco interesante desde el punto de vista farmacológico, por lo que se dejó de investigar sobre él. Sólo cinco años más tarde, y debido a que, sin motivo aparente, no podía olvidarse de aquella sustancia, volvió a sintetizarla para una ulterior investigación, lo que era muy excepcional al haber sido ya inicialmente descartada. Cuando procedía a su cristalización se sintió afectado por una mezcla de excitación y mareo, viéndose forzado a abandonar el trabajo en el laboratorio. Presumiblemente, a pesar de sus precauciones, una mínima cantidad de LSD tocó la punta de sus dedos y fue absorbida por su piel. Ya en su casa, despierto, pero en un estado de ensoñación, percibió una serie interminable de fantásticas imágenes con intensos y caleidoscópicos juegos de formas y colores, que no se desvaneció hasta pasadas unas dos horas.

Politetrafluoretileno (O más conocido por su nombre comercial Teflón ®). Fue descubierto en 1938, mientras el Dr Roy J. Plunkett trabajaba en el desarrollo de sustancias refrigerantes y debido a un mal funcionamiento durante sus experimentos realizó el hallazgo.

[editar] Serendipias literarias

Jonathan Swift describió dos supuestos satélites naturales de Marte en su libro Los viajes de Gulliver, de 1726. Voltaire también mencionó en su relato fantástico Micromegas de 1752 que Marte poseía dos lunas. El descubrimiento de los dos satélites marcianos, Fobos y Deimos, no ocurrió de forma oficial hasta 1877. La óptica disponible durante la vida de Swift y Voltaire no permitía ver esos cuerpos celestes tan pequeños y que se separan tan poco de la esfera de Marte.

En el libro Futility, or the Wreck of the Titan se narra el naufragio de un barco llamado Titan. Dicho libro fue escrito en 1898, 14 años antes del naufragio del Titanic, y las coincidencias son asombrosas. De entrada, el nombre de ambos barcos, el hecho de hundirse ambos en su viaje inaugural. Sus dimensiones similares (75000 toneladas y 66000, 243 m de eslora y 268) o el apellido del capitán en ambos casos (Smith).

El libro Las musas de Rorschach, publicado por Editorial Buscarini en 2008, es fruto de un conjunto de casualidades necesarias. Los tres relatos abordan el tema de la musa y el doble, pero fueron escritos en tiempo y forma diversas, sin que los autores se conocieran.

En el libro "Sofiex", la protagonista descubre la técnica del tomate liofilizado algo que solo se conocería 80 años después.

Caso parecido es el de Julio Verne, que un día dijo: "Todo lo que un hombre pueda imaginar, otros podrán hacerlo realidad". Así se ve en sus novelas futuristas, que luego se hicieron realidad: De la Tierra a la Luna (1865), Veinte mil leguas de viaje submarino (1869), escritas en una época en la que esos hechos sólo cabían en la imaginación o en la intuición, y que luego se tornaron realidad con el transcurso del tiempo.

En el cuento "Autopista del sur" del escritor Julio Cortázar, publicado en 1966, el autor narra un grandioso embotellamiento en donde muchísimos automovilistas quedan varados en el camino y deben dormir en sus autos y organizarse para conseguir comida y agua y eventualmente comienzan a conocerse y formar una comunidad. En agosto de 2010 un monumental embotellamiento en el norte de China, que duró más de diez días, causó una fila de 100 kilómetros de vehículos. Sus ocupantes debieron dormir en sus vehículos, conseguir alimentos y pasaban sus días durmiendo, caminando o jugando al ajedrez.

Carta de un padre a su hija

Los que me conocen saben que adoró esta canción y la vengo escuchando desde el primer día que salio y la letra habla de la alegría del padre por su hija.
Les dejo una carta de un padre a su hija de autor desconocido.
Antes de morir, hija mía


Quisiera estar seguro de haberte enseñado a disfrutar del amor

a enfrentar tus miedos y a confiar en tu fuerza

a entusiasmarte con la vida

a pedir ayuda cuando la necesites

a decir o a callar según tu conveniencia

a ser amiga de ti misma

a no tenerle miedo al ridículo

a darte cuenta de lo mucho que mereces ser querida

a tomar tus propias decisiones

a quedarte con el crédito por tus logros

a superar la adicción a la aprobación de los demás

a no hacerte cargo de las responsabilidades de todos

a ser consciente de tus sentimientos y a actuar en consecuencia

a dar porque quieres y nunca porque estás obligada a hacerlo



Antes de morir, hija mía

Quisiera estar seguro de haberte enseñado a exigir que se te pague adecuadamente por tu trabajo

a aceptar tus limitaciones y vulnerabilidades sin enojo

a no imponer tu criterio ni permitir que te impongan el de otros

a decir que sí sólo cuando quieras y a decir que no sin culpas

a tomar más riesgos

a aceptar el cambio y revisar tus creencias

a tratar y exigir ser tratada con respecto

a llenar primero tu copa y recién después la de los demás

a premiar el futuro sin intentar vivir en función de él



Quisiera, hija mía

estar seguro de que has aprendido a valorar tu intuición

que celebras la diferencia entre los sexos

que haces de la comprensión el perdón tus prioridades

que te aceptas así, tal como eres

que creces aprendiendo de los encuentros y de los fracasos

que te permitas reír a carcajadas por la calle sin ninguna razón



Pero sobre todo, hija

porque te amo más que a nadie en el mundo

quisiera estar seguro de haberte enseñado

a no idolatrar a nadie

y a mí, menos que a nadie".


Lento, lento pero seguro seguro.

Estoy terminando un libro para dos cursos que tengo que dictar y como son para un tercer nivel y los viejos ya los tienen necesitaba metáforas y ejercicios de reflexión. Sorpresa encontré este muy bueno que te lo
dejo en el blog.

Estaba lloviendo en la montaña. Lejos, la manada de cabras corría desesperada buscando refugio… El patio estaba abierto de par en par y para entrar a él los rumiantes tenían que salvar una arriesgada curva en la cual resbalaban sus pezuñas.
Como si de una carrera de motos se tratara, vehículos gravemente torcidos, las cabras de lado, entraban a gran velocidad en el corral. Solo se escuchó un trueno y los animales lo interpretaron como un indicio de lluvia. Una excusa para dejar de roer los troncos de los árboles secos y arrastrar el hocico por la tierra deshidratada que expresaba una árida tristeza.

Gracias a esa sospechosa tarde, lluvias de panza de burra, los animales pudieron disfrutar de un gran banquete de avena y otros manjares.

La paciencia se pone a prueba cuando esperamos sentados a que llueva sin saber si está de llover. El aguante que hay que tener para conocer a una persona puede ser comparable a lo anterior. Es decir, tenemos la necesidad de acceder a la vida de los demás porque es la forma de explicar, comprender y valorar la conducta de quién tenemos a nuestro lado. Cuando no hay explicación ni comprensión, hay miedo, rechazo, odio o desprecio. Aunque no llueva, no quiere decir que nunca más lloverá. Solo es cuestión de paciencia.

Creo que se necesita la tranquilidad de que alguien tiene perseverancia en la lucha por vencer el cerco hermético de nuestra personalidad. Nunca estamos solos si alguien intenta resignadamente explicar nuestras vidas.

No te preocupes, se Feliz

Necesitamos repetirlo muchas veces, si sos de los que esperas un bebe y nace después del primero, si sos los que queréis comprar un piso y no podes desgravar, quizás seas uno de los que necesita los 426 euros para comer, podes ser también uno de los millones de parados que quiere un empleo y no pongo más ya que hay más pero no te preocupes se Feliz que todo puede ir a peor si te lo proponen de un día para al otro. Ni escribo si sois de los que fumas en el bar para olvidar las penas. YA  FUE.....




Y si ya sos un superviviente o un sobreviviente te doy está canción para que tengas más resiliencia

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