Fijaros bien en la pregunta que encabeza esta entrada pues no pregunto si funciona ( ya que intentaré demostrar que si, aunque debido a la confluencia de otras leyes del comportamiento y no por algo “mágico”) sino si existe, en un sentido real y no en uno metafórico.
En ciencia se utiliza un principio llamado de la navaja de Occam que de alguna manera nos dice que si hay una explicación más simple o sencilla para algo y que tiene mayor coherencia con el resto del conocimiento científico lo más fácil es que esa explicación simple sea la buena.
La ley de atracción no es algo verificable empíricamente como puede serlo la ley de la gravedad u otras. Esta dentro de algo llamado los principios de la metafísica que tiene una larga tradición tanto en las religiones orientales como en algunas filosofías y que es piedra angular en lo que se ha venido llamando la New Age. Yo tampoco puedo demostrar si existe o no pero sí que puedo ofreceros tres explicaciones alternativas a la misma, demostradas en el campo de la psicología y de las neurociencias y que por tanto que cuentan con el aval de la comunidad científica. Son las siguientes:
- Ley de la percepción selectiva. Dada la enorme cantidad de información que nuestro cerebro necesita procesar tendemos a organizar el mundo en categorías y marcos mentales. Una vez hecho esto percibimos el mundo a través de dichas categorías. Estos conceptos nos orientan, filtran la percepción y dan sentido de orden y constancia. Pero a su vez tiene lo que podríamos llamar un punto que a veces va en nuestra contra: la percepción selectiva. La percepción selectiva consiste en que nuestra atención se fija en aquellos aspectos a los que concedemos relevancia. Un ejemplo sencillo, si voy caminando por la ciudad me cruzaré con montones de farmacias y seguramente no seré consciente de ello. Pero si necesito una farmacia iré en busca de una Cruz verde y en pocos minutos daré con una. Esto equivaldría a la parte de la ley de atracciónque dice que aquello a lo que le presto atención,va mi energía, lo cual como hemos visto es cierto , según este principio de la percepción selectiva.
- Principio de atribución (Heider 1958). Es ese proceso por el cual el individuo explica e interpreta los hechos que le acontecen, es por tanto una manera de organizar el gran flujo de información que nos llega del mundo. Tendemos a buscar explicaciones a todo aquello que nos ocurre sean éstas reales o no. No voy a entretenerme porque sería muy largo y lo he tratado en alguna otra entrada en relatar la gran necesidad que tenemos de explicarnos las cosas y lo poco acertados que estamos en la mayor parte de las ocasiones (ver el último programa Redes de Eduardo Punset para tener algunos ejemplos).La atribución puede ser interna, cuando creemos que somos nosotros los responsables de que algo suceda y externa cuando pensamos que son circunstancias ajenas a nosotros las que han producido ese resultado (me ha sucedido gracias a la Ley de Atracción).
- Profecía de autocumplimiento. Es la tendencia que tenemos a actuar de modo que se cumplan nuestras creencias y expectativas e incluso a cambiar la interpretación de los hechos para que se ajusten a la idea previa que teníamos de los mismos. Hay también numerosos experimentos en psicología social que tratan este aspecto, con resultados a veces sorprendentes.
Estas tres maneras de funcionar de nuestro cerebro coinciden plenamente con lo explicado por la ley de atracción ya que consiguen que nos fijemos en aquello que nos interesa,busquemos los resultados deseados y atribuyamos eso, en el modo externo, a una ley universal.
Por eso he dicho al principio que no iba a cuestionar si la ley de atracción funciona porque es obvio que sí que lo hace, aunque no por los motivos que explican los defensores de la ley de atracción sino porque integra en un concepto metafórico principios fundamentales del funcionamiento de nuestro cerebro. ( habría otros principios que también podrían explicarse pero creo que resultaría un poco demasiado técnico). Podéis también leer las entradas de Joe Dispenza que aunque también es un defensor de la física cuántica explica en sus libros como el cerebro tiene mecanismos para conseguir que pase aquello que deseamos.
Mertxe Pasamontes
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