El ojo que todo lo mira, escuchar mis interrogantes y sentir algo me lleva a hacer una pregunta que nos planteamos muchas veces es ¿sí somos buenos padres?, que es ser padre me pregunté. Yo recibí la educación, los valores y el ejemplo para muchas de las cosas que me iba a enfrentar en la vida. Los padres somos el tutor del árbol, ese palo que no deja torcer para que crezca alto y no se desvié su tronco.
Está forma de pensar me ha traído hasta Barcelona, planteando oportunidades a el futuro material y familiar, obstáculos diarios, incertidumbres y sobre ponerme a los momentos de no tener a nadie a mi alrededor y me han puesto en una alerta continua para poder guiar a mis hijos sobre el camino que pueden seguir.
Han llegado sin fallas a su objetivo primario, ahora como dicen los experto debemos dejarlos volar, pero es el volar la solución a que no les demos la protección para continuar o es al revés deben separarse para ser libres de todas las acciones.
Escucho y veo a diario jóvenes que han perdido el horizonte, saben que el camino no esta en su mapa, su territorio es el sobrevivir por el mal comportamiento de sus padres al romper vínculos usando a niños de rehenes, quiebres familiares, mal trato y amigos que guiarán a lugares no muy ortodoxos para escapar a una realidad que nunca desearon.
No es filosofía, es estar atentos a que decisiones tomar, yo elijo el que más cumple con mis expectativas, pensamiento de mi YO, el de su madre y están alineados en una posición armónica para crear esos vínculos afectivos necesarios.
No soy persona de aconsejar, ya que muchos errores provienen de estos consejos que para mi me sirven y para otros no. Si soy de explicar que alternativas tenemos cuando los padres tomamos decisiones.
Victimas o verdugos de nuestros aires, formamos parte de un todo que muchas veces nos confunde en sus partes.
¿Qué hacer?, cuando vemos algo mal y fue creado por nosotros mismos. ¿Cómo enfrentar que el futuro de ese árbol sigue siendo el del tutor y no de su voluntad de crecer permanentemente fuerte y robusto.
Si en algo estoy de acuerdo con esta crisis, es que cambiamos paradigmas y dejamos creencias emocionales a diario. La vida nos enseñara si las sabias decisiones de crear un futuro material son mejor que dar un futuro emocional.
Ojalá siempre tengamos alternativas para pensar.
Jacobo Malowany
Facilitador
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